jueves, 27 de octubre de 2011

... Ruido ...

Entre tanto alboroto consigo sacar una palabra en claro: Ruido. Esa perturbación que hace endeble al ser humano y que imposibilita llegar con claridad al sujeto la información requerida. Esa señal anómala que encontramos en cualquier lugar que estemos. Queramos o no, siempre será nuestro más fiel compañero de travesías, ¿hablábamos del perro? Lo siento querido pero antes de que tu tatarabuelo naciera, el ruido ya permanecía a la vera del ser humano. 


Estamos en el año 2111 -Quién se iba a imaginar que viviríamos tantos años después de las predicciones mayas, ¡eh! -y se podría decir que el silencio se disipó un siglo atrás. Aún recuerdo a mi abuela hablar de lo que era pero no hay memoria que pueda llegar a plasmar lo que la experiencia enseña. Aunque la definición es muy sencilla, me es imposible comprender lo que corresponde al antónimo del vocablo ruido: ningún zumbido, ningún estruendo, ningún grito, nada de música... 


¡No! Hasta esbozar la eliminación de cada elemento que produce algún tipo de vibración o sonido me resulta complejo. No puedo quitar el tic-tac de mi reloj mientras marca la hora permitiéndome no llegar tarde a estudiar. No puedo desvanecer el canto del ruiseñor que se haya en mi cuarto tambaleándose y cantando para agradecer al Sol el calor que éste le otorga. Vamos, ¡qué grosería!. No puedo parar los latidos de mi corazón cuando me hallo en la cama a punto de acostarme, moriría. Por muy innecesario que parezca, todo se ha vuelto necesario. 


Y es que como dijo el filósofo Marx, parece que me he alienado.    




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Foto de Álvaro, Moabdib.

domingo, 23 de octubre de 2011

... Estupido ...

Frases sueltas que se forman en mi cabeza.

Estúpido, estúpido, estúpido y estúpido. Palabra que no me importaria repetir en estos momentos cien mil veces si hiciera falta. Sabes arruinar los momentos con gran facilidad, luego hablas de mí pero tú no te quedas corto. Siempre he de sentirme culpable con algo que "he hecho" queriéndolo o sin quererlo. Siempre soy yo la que [...]. Te quejas del vocablo que uso cuando tu lo empleas. Hieres con o sin intención y yo he de callarme.

No eres mas que un rey al que el poder le hace gobernar con mas autoridad mientras se cree un vulgar pueblerino que acata las ordenes de sus superiores y se queja sin ser escuchado y al que esto le produce frustración.

Ojalá pudieras darte cuenta de lo que haces para poder al menos, apreciar lo que una sufre ante tales acusaciones.

Adiós delirios de las 2:30. Nos vemos otro día a otra hora. ¿A las 5pm te parece bien? Es una cita no lo olvides. Hasta entonces pues.