lunes, 27 de febrero de 2012

... Rivalidad ...

Entre tanto cántico recobro el conocimiento, por un momento permanecí al lado del ser que tanto añoraba, ese ser que, a pesar de la distancia, siempre está ahí cuando se le necesita (o al menos según creo). 



Respiro profundamente inhalando el fresco pero putrefacto aire que la calle me cede mientras un escalofrío recorre mi cuerpo debido a la pérdida del calor de este. Levanto el brazo izquierdo para taparme del enérgico sol que con sus rayos me hace permanecer ciega ante la, ahora, férrea calle. Cinco segundos más tarde sonrío; recobré el poder que el Sol me había arrebatado, gané la batalla aunque para ello me había sido imprescindible perder un bostezo.


Vuelvo a inspirar ese "aroma" sin respuesta alguna. No sé por qué me adentré en esta callejuela, sin duda, no pegaba conmigo. Miro el reloj, había pasado ya 23 minutos desde mi ausencia en ese edificio. «Es hora de irse» pienso mientras me levanto a duras penas del borde de la acera con la ayuda de los brazos y las rodillas. Si tardo otro segundo más, llegaré tarde pues gastaré 5 minutos y medio en llegar allí. 


«Mañana deberé buscar otro lugar a ver si la duda se disipa de una vez» pienso mientras doy pasos vacilantes hacia esa construcción «¿o es pues, cuestión de tiempo?» me pregunto sin ánimos de hallar respuesta alguna. Vuelvo a reírme. Me ha vuelto a salir otro rival, aunque esta vez, no será fácil conseguir la victoria.